Nuestro Fundador

Joaquín Alonso fue un hombre de su tiempo, profundamente marcado por el Evangelio y con la capacidad de ver la realidad a través de la mirada de Jesús. Dedicó su vida a ser portavoz de la Palabra de Dios y, movido por esta pasión, fundó esta nueva Congregación.

Fundó las Misioneras de la Providencia, respondiendo a un llamado divino. Su fe en Dios y devoción a la Virgen le permitieron superar retos para educar cristianamente
a niños y jóvenes.

En resumen, Joaquín Alonso fué:

  • Un sacerdote entregado a su fe.
  • Un líder visionario que fundó una congregación religiosa.
  • Un apóstol incansable centrado en la educación de niños y jóvenes.
  • Un ejemplo de confianza en la Providencia divina
  • Un hombre cuyo legado perdura en el servicio a los demás.
Los Primeros Años y el Llamado

Joaquín Alonso Hernández nació en Salamanca el 9 de febrero de 1905. Desde niño, se destacó por ser dócil, alegre, responsable y generoso, mostrando un gran amor por la naturaleza, la música, la electrónica y el deporte. Pronto, escuchó la llamada del Señor y se convirtió en sacerdote.

Como sacerdote, trabajó incansablemente con diversos grupos: estudiantes, maestros, futbolistas y presos. Sin embargo, Dios le confió una misión aún mayor: la fundación de una Congregación religiosa. Así nacieron las Misioneras de la Providencia, con el propósito especial de la educación cristiana de niños y jóvenes. A lo largo de su vida, incluso en medio de las dificultades, Joaquín se mantuvo firme gracias a su profunda confianza en Dios y su amor a la Santísima Virgen.

Joaquín Alonso siempre compartió con los demás el secreto de abandonarse en las manos de Dios, inspirándose en las palabras del Evangelio: "Mirad los lirios del campo... Mirad las aves del cielo...". Su ideal de vida fue claro: "Vivir de Dios y entregarse a los demás". Falleció el 12 de octubre de 1966, a la edad de 61 años, dejando un legado de fe y servicio.